Cuidar de las aves en verano

En un artículo anterior os apuntábamos como detectar un golpe de calor en las aves y también como prevenirlo, en esta ocasión vamos a profundizar más en este último tema para que podáis transmitir a vuestros clientes conceptos necesarios para que los pájaros estén protegidos de las altas temperaturas.

ALIMENTACIÓN EN LOS MESES DE CALOR

Pequeños trocitos de frutas y verduras, bien lavadas y frescas, son bienvenidos durante cualquier época, pero especialmente en verano cuando hace calor.
También se debe retirar y limpiar los restos no comidos cada poco tiempo para mantener una buena higiene de la jaula.

LA HIDRATACIÓN ES FUNDAMENTAL

Todas las aves, independientemente de su especie, son sensibles a la deshidratación. Esto ocurre porque su metabolismo es muy alto, haciendo que su frecuencia respiratoria sea alta y su temperatura corporal normal esté en unos 40 ºC-42 ºC. 

De hecho, su temperatura normal es tan alta que no pueden tener fiebre. Estos hechos hacen que las aves pierdan más agua por evaporación.
El ave debe disponer de agua fresca constantemente. En verano es preferible no utilizar ningún suplemento de los que se añaden al agua. El cambio de sabor puede hacer que la mascota beba menos, cosa que no conviene con el calor. Si hay varias aves juntas, es mejor poner varios bebederos para facilitarles el acceso al agua.

Muchas aves también agradecen las bañeritas para darse un chapuzón. Además, podemos pulverizarlas con agua limpia en las horas de más calor. Las pulverizaciones son especialmente importantes en aves tropicales, como son la mayoría de los loros.



LAS JAULAS

En general, cuanto más grande sea la jaula mejor. No es necesario cambiar la jaula, pero sí adaptarla a la situación:

- Proporcionar zonas de sombra evitando zonas de aire acondicionado demasiado fuerte o que esté directamente bajo el flujo de aire frío
- Poner bañeras y, quizá, un bebedero extra.

¿Y SI SE TRATA DE UNA CRÍA?

Al igual que ocurre en las personas, las aves muy jóvenes o ancianas tienen más riesgo de sufrir a causa del calor.

En el caso de las jóvenes, la falta de experiencia es el principal problema. Y, en el caso de las ancianas, la debilidad, problemas de circulación o dificultad para moverse pueden hacer que beban menos o no se refugien del sol.

Se debe, por tanto, extremar las precauciones mencionadas anteriormente.

VIAJAR CON PÁJAROS

En general, las aves sanas soportan bien los viajes en coche que no sean muy largos (de menos de 5 horas). 

Si la jaula es transportable, es preferible que viaje en ella. Es necesario tapar la jaula con una tela ligera, procurando que ventile bien. Aun así, es normal que se pongan algo nerviosas y muchas veces no coman ni beban durante el viaje. 

Por eso, al llegar al destino, lo primero que se debe hacer es colocar la jaula en un lugar tranquilo para que el animal se calme.

Los viajes largos o en varios medios de transporte son más estresantes para las aves y puede ocurrir que pasen demasiadas horas sin comer ni beber. En estos casos, se puede valorar la posibilidad de dejarlas en una residencia de vacaciones para aves.



ESPECIES DE PÁJAROS MÁS SENSIBLES AL CALOR

Las aves obesas son más sensibles, ya que la grasa acumulada bajo la piel dificulta que se libere el calor del cuerpo. El gran inconveniente para los propietarios es que el plumaje puede ocultar a la vista tanto la delgadez como la obesidad de la mascota. 

Las aves que presentan obesidad con especial frecuencia son los canarios, los periquitos, las rosellas y los llamados loros amazónicos (loros verdes del genero Amazona).

Por otro lado, las aves más pequeñas, como los jilgueros, los diamantes o los piquitos de coral son más sensibles a la deshidratación. Esto ocurre porque su metabolismo es especialmente alto y porque poseen una gran superficie corporal en relación a su volumen. Además, al ser su cuerpo tan pequeño (entre 7 y 18 gramos de peso tan solo) el recalentamiento ocurre más rápido.

No obstante, todas las aves, independientemente de su condición o especie, pueden sufrir por causa del calor en verano.


 
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