El Proyecto de Ley de Protección y Bienestar Animal presentada por Ione Belarra y su equipo del Ministerio de Derechos Sociales, que se aprobó el pasado mes de febrero, podría entrar en vigor a finales de 2022 y son muchos los puntos que han cambiado y que no están exentos de controversia.
Uno de ellos es el artículo 32 que incluye la prohibición expresa de la venta de animales en tiendas. Desde las administraciones de muchas autonomías ya era una medida que se estaba llevando a cabo y esa es la razón por la que ya no se ven animales como perros o gatos en las tiendas de mascotas, aunque todavía podemos encontrar todo tipo de roedores, conejos, reptiles, aves y peces.
Con esta medida se pretende reducir las compras impulsivas y no meditadas de animales que luego sufrían las consecuencias, ya que muchos de ellos eran víctimas de abandonos.
SE PROHIBE LA COMPRA DE CUALQUIER ANIMAL, EXCEPTO PECES, SI NO ES A UN CRIADOR AUTORIZADO
Los peces, de momento, son los únicos que se libran de esta ley y podrán seguir siendo exhibidos en los comercios y seguirá estando permitida su venta al público.
La ley dice, textualmente: "la comercialización de animales de compañía, excepto peces, en tiendas, así como su exhibición y exposición al público con fines comerciales. La transmisión, a título oneroso o gratuito, de animales solo podrá realizarse directamente bien desde la persona responsable de la cría, bien desde una Entidad de Protección Animal, sin la intervención de intermediarios, actúen estos a título oneroso o gratuito. La cesión de animales entre particulares deberá ser, en todo caso, gratuita y quedar reflejada por contrato".
Esto significa que únicamente estará permitida la comercialización de animales vivos por parte de criadores autorizados y con licencia en vigor.
Desde empresas del sector retail de productos para mascotas se ha manifestado que “es lógico que se prohíba la exhibición en tiendas de animales como el perro, pero para otros la medida nos parece un tanto exagerada. Tenemos clientes que vienen a comprar un hámster o un conejo y está ley les obligará a acudir a un criadero, algo inviable cuando se trata de algunas especies”.
Además estos profesionales temen que esta medida, lejos de contribuir al bienestar animal, suponga el comienzo del comercio ilegal y carente de control que evitan estas tiendas. Los propietarios que quieran adquirir una mascota no tendrán tantas facilidades y puede que por esa razón se trunquen adquisiciones y adopciones que hasta ahora realizaban muchas de estas empresas dentro de la legalidad.