Si colocamos una caja nido en nuestro balcón o jardín, aparte de ayudar a los pájaros, estaremos acercando la naturaleza a nuestro hogar.
Ubicar casas nido en el jardín es una actividad ideal para reunir a los adultos con sus hijos o nietos, así como una ocasión para que se asomen al fascinante mundo de las aves.
Es muy importante escoger adecuadamente el lugar donde se sitúa la casa. El sitio elegido debe estar protegido, en la medida de lo posible, de los depredadores como gatos y otros pájaros. No hay que colocar más más de una en el mismo árbol.
Por otra parte, en las regiones donde los veranos son calurosos, conviene orientar la entrada hacia el norte.
Para favorecer la llegada de pájaros, podemos colocar, junto a la casa, dos platitos, uno con comida (migas de pan, semillas variadas, copos de avena y frutos secos sin salar) y otro con agua.
Con la ayuda de una guía, se puede reconocer fácilmente la especie, pero, además, una vez alojado el pájaro debemos aprender todo lo posible sobre él. Observarlo con unos prismáticos, hacerle fotos y llevar un cuaderno donde ir anotado cuándo ha llegado, qué tipo de alimentos come, cuándo está más activo y cuándo menos, si está en pareja o solo, cuando se ha ido..
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Conviene inspeccionar la casa una vez a la semana. Es fundamental para desalojar insectos, avispas y ratones. Cuando los pájaros abandonan su nido, es importante limpiarlo y dejarlo preparado para la próxima temporada. En esta labor es imprescindible utilizar guantes.