La película de animación de 2011 catapultó a la fama esta especie de ave en la que el divertido personaje, Sven, hace creer al resto de los pingüinos que era uno de ellos y que podía volar.
El frailecillo Atlántico es un ave marina de unos 30 cm de curioso aspecto. Aunque parece un ave de lo más inofensiva, defendiendo su territorio y en especial a sus crías, puede ser bastante agresiva frente a los depredadores, como las gaviotas, por ejemplo.
Se alimenta de pequeños peces, por lo que se zambulle y bucea de modo similar al de los pingüinos.
Para alimentar a sus crías llega a capturar hasta una veintena de peces con el pico. Con su extraño pico cava además una madriguera, pues pone los huevos (uno por pareja) bajo tierra. Incuban por un periodo de 40 a 42 días hasta que el pollo nace. A las 7-8 semanas, las crías ya son capaces de volar.
Se distribuye por las costas e islas del Atlántico norte y el Océano Ártico, desde el norte de España hasta Nueva Zembla y de Groenlandia a Nueva Inglaterra.
El frailecillo atlántico luce colores parecidos a los del pingüino, pero su colorido pico le ha merecido el apelativo de «loro de mar»
Pasan la mayor parte de su vida en el mar, reposando sobre las olas cuando no están nadando. Son unos excelentes nadadores que usan las alas para impulsarse bajo el agua con un movimiento similar al que hacen para volar.
En el aire, los frailecillos son asombrosamente veloces. Baten sus alas hasta 400 veces por minuto y pueden alcanzar los 90 kilómetros por hora.