Si, tal como lo leéis, las teorías de la conspiración no dejan de sorprendernos y ahora llegan los negacionistas de los pájaros: afirman que no son reales, sino drones del gobierno.
La mayoría de los “pajaronegacionistas” creen que las aves alguna vez existieron pero que el calentamiento global acabó con todos y cada uno de los pajaritos del cielo. El gobierno estadounidense habría ocultado su extinción para reemplazarlos por drones de vigilancia. Esa es la teoría.
La realidad es aún más enrevesada: una conspiración contra las teorías de la conspiración; a saber: una parodia de le generación Z orquestada a conciencia para burlarse de las teorías de la conspiración que pueblan las redes.
En el vídeo que te mostramos a continuación puedes ver cómo los adeptos ya son suficientes para hacer ruido de sobra.
“Nuestro objetivo inicial era detener el genocidio de las aves de verdad. Desafortunadamente, no tuvimos éxito, y desde entonces el gobierno ha reemplazado a todos los pájaros vivos por réplicas robóticas. Nuestro movimiento pretende hacer consciente al mundo de esto”, dice la página web del movimiento Birds Aren’t Real supuesta fundado en 1976.
Tienen millones de seguidores en Instagram y en TikTok y varios videos virales de Youtube; el año pasado se reunieron frente a la sede de Twitter en San Francisco para exigir que la red social cambiara su logotipo; y a comienzos del 2022, el gobierno de Estados Unidos ha sentido la necesidad de intervenir a través de la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC): “los pájaros son reales”, insisten.
Según ha recogido The New York Times, el cerebro de esta broma es Peter McIndoe y todo comenzó por accidente en 2017 cuando Trump acababa de jurar el cargo de presidente. Fue entonces, en una manifestación trumpista, que McIndoe escribió como una broma espontánea: “los pájaros no son reales”, pero fue filmado y se hizo viral en Facebook. Entonces decidió dar alas a la teoría de conspiración más inverosímil que ha volado nunca por las redes.
Una parodia con la que combatir a la desinformación con sus propias armas. "Se trata de poner un espejo frente a Estados Unidos en la era de Internet", dice McIndoe en el artículo.