Los yacos son una especie de loros tremendamente inteligentes, tanto es así que se les conoce como el Border Collie de los loros y cuya inteligencia podría ir más allá que la del can.
Los loros y todas las aves psitácidas en general son animales cuyo mantenimiento y bienestar en cautividad no es tarea sencilla. Requieren una estimulación que podríamos decir que está por encima de la media y unas rutinas diarias un tanto complejas que se acentúan en el caso de convivir con Yacos.
INTELIGENCIA
El Yaco, también conocido como loro africano de cola roja, es un loro de tamaño mediano, rondando los 400-500 gramos; es un animal súper inteligente (superior a la media de especies de loros) muy social y con extraordinarias habilidades de aprendizaje, por lo que es normalmente la especies preferidas para realizar estudios y pruebas es con ellos.
Además goza de una capacidad de imitación increíble, pudiendo algunos incluso desarrollar un amplio vocabulario, lo que le ha convertido en un animal muy popular en el hogar.
COMPAÑÍA Y ESTIMULACIÓN
Son aves altamente sociales, lo ideal es que si se decide comprometerse al mantenimiento y la convivencia con uno, se haga trayendo a casa dos, siempre que se disponga del espacio y recursos.
Acostumbran a vivir 50 años, por lo que es un compromiso a largo plazo, y necesitan tiempo de calidad y atención de sus dueños y que se interactúe con ellos diariamente, hablándoles y jugando con ellos. Demandan estar ocupados durante todo su tiempo, lo cual hace que sus atenciones y cuidados sean más dificultosas que en otras especies.
Por lo tanto es importante proporcionarle juguetes seguros y estimulantes para evitar el aburrimiento. Es muy importante que tengan cosas que hacer y la mente ocupada. Para ello, a parte del enriquecimiento ambiental habitual, un buen recurso es tener pequeñas sesiones de entrenamiento con él.
Estas sesiones de entrenamiento pueden estar formadas por enseñarles a acciones rutinarias como la de entrada en el transportín (para cuando sea conveniente llevarlo a su visita rutinaria al veterinario), acostumbrarlo al limado de uñas, tomar medicación, entre otros.
Por otro lado se les puede enseñar trucos menos útiles como repetir o imitar palabras o hacer que hagan pequeños puzles.
Las rutinas se convertirán en muy gratificantes puesto que son aves muy afectuosas y pueden formar fuertes lazos con sus dueños, convirtiéndose en compañeros leales y cariñosos si se les proporciona atención y cuidado adecuados.
ALIMENTACIÓN
Necesitan una dieta equilibrada basada en tres partes que incluya una variedad de frutas frescas, verduras, pienso de alta calidad y algunos alimentos extra como mezclas de semillas.
Les suelen gustar mucho los frutos secos como cacahuetes y nueces los cuales se les pueden administrar con algún juego interactivo que les incite a buscar el fruto seco en su interior, siempre pendientes de que no se haga daño, obviamente.
Se ha de prestar bastante atención a la carencia de vitamina D y calcio, lo cual no le diferencia de otras especies pero si es usual en ellos, al igual que ocurre con la vitamina A, la cual es mayor en Yacos que en otras variedades de loros.
HIGIENE Y OTROS CUIDADOS
Obvia decir que se ha de tener un perfecto control de sus visitas regulares al veterinario (y si es especializado en aves mucho mejor) para sus chequeos de salud y vacunas. Tenemos que tener en cuenta que los loros son expertos en ocultar signos de enfermedad, por lo que las revisiones veterinarias son fundamentales.
Brindarles un baño regular cuidará de sus plumas, ya sea utilizando un rociador de agua o una bañera poco profunda para que disfrute del agua. Además del limado de uñas periódico mencionado es importante proporcionarles ramas para que puedan limar sus uñas y también su pico de forma natural.
EL HÁBITAT
Se les ha de proporcionar una jaula lo suficientemente grande para que pueda moverse libremente, extender sus alas y jugar. La jaula debe ser al menos dos veces el tamaño de la envergadura de sus alas para permitir un vuelo corto.
Lo ideal, y si es posible, es instalarlos en un voladero o habitación adaptada, un espacio más grande se presta más a estar mejor enriquecido y será más fácil variar sus elementos que en otro más reducido.