En otros artículos de nuestro blog y con el fin de que siempre dispongáis de información para compartir con vuestros clientes, hemos abordado el tema de convivencia entre diferentes especies de aves, pero, ¿Qué ocurre cuando son de dos especies diferentes?
Muchos son los hogares que en la que conviven diferentes animales de compañía, siendo la más extendida la que se produce entre perros y gatos pero en muchas ocasiones nos encontramos con otra también muy común en los hogares de nuestro país, la que se produce entre aves y hámsteres.
La convivencia entre aves y hámsteres en el hogar puede ser complicada debido a las diferencias naturales entre estas mascotas puesto que se tratan de animales muy diferentes, tanto físicamente como psicológicamente.
De inicio, la convivencia entre pájaros y hámster no es del todo buena, ya que las aves sentirán cierta atracción por comerse a los pequeños roedores como puede ser un hámster de cualquier tipo (roborowski, sirio, dorado…).
AQUÍ OS MOSTRAMOS ALGUNOS PUNTOS IMPORTANTE A CONSIDERAR:
Seguridad:
La seguridad de ambas mascotas es primordial. Ambos han de estar en jaulas o espacios adecuados asegurándose de que estén adecuadamente cerrados y protegidos para evitar escapes o encuentros no deseados.
En caso de que el pájaro tenga sus momentos fuera de la jaula un riesgo que existe es que mordisquee los barrotes de la jaula del roedor hasta romperlos y acceder al hogar de nuestra pequeña mascota, algo que ha de evitarse a toda costa, pues podría ocasionar su fin.
No obstante, seguramente este proceso tardaría casi una semana y sé detectaría que la jaula está siendo mordida por el pájaro.
Separación física:
Además de estar cada uno en su jaula es conveniente considerar que estas estén en dos estancias diferentes, en este caso será muy difícil que ambos animales lleguen a estar en contacto, pues tendrían que pasar dos barreras.
Hay que tener en cuenta también que los hámsteres son animales solitarios y que la convivencia no es algo que les agrade mucho. Es por ello que recomendamos tenerlos alejados de cualquier animal, para evitar posibles conflictos.
Estrés:
Las aves pueden ser ruidosas y esto podría estresar a los hámsteres, que son animales nocturnos y necesitan descansar durante el día. Además, los ruidos y movimientos bruscos de las aves pueden asustar a los hámsteres.
Higiene:
Ambas especies tienen diferentes necesidades de higiene. Las aves pueden dispersar plumas y producir polvo, lo cual puede afectar la salud de los hámsteres.
También es importante tener en cuenta que las heces de las aves pueden ser portadoras de bacterias que podrían afectar a los hámsteres.
Supervisión:
Si se decide permitir alguna interacción controlada entre aves y hámsteres, es importante supervisarlos en todo momento para prevenir cualquier situación de peligro. Nunca se ha de dejar a las mascotas solas sin vigilancia.
Por lo tanto, tal como observáis cada mascota tiene sus propias necesidades y comportamientos naturales, y la combinación de estas especies puede generar situaciones de estrés o peligro para ambas. Siempre es mejor proporcionarles un entorno adecuado para cada una de ellas.
Aunque para finalizar, indicar también que lo explicado en este artículo es muy generalizado y depende también del carácter que pueda tener cada animal en particular, dado que se pueden dar casos que se rompan tópicos y se puedan llevar bien, como si fueran de la familia.