Todas las aves al igual que las mascotas que solemos tener como los perros y gatos, cambian el manto protector de su piel siempre en tiempos normales, es lo que conocemos como la muda.
La muda es un proceso natural en el que las aves reemplazan su plumaje antiguo por uno nuevo. Esto es esencial para mantener la funcionalidad del plumaje, ya que las plumas se desgastan con el tiempo debido al vuelo, el roce y las inclemencias del tiempo.
Este cambio puede ser completo o parcial, y su duración y frecuencia varían según la especie y la edad del ave, aunque por lo general es al menos una vez al año y normalmente en los meses de verano, debido a que tanto el sol como el calor inciden en las glándulas que aumentan así la hormona llamada tiroxina en los niveles de sangre.
El proceso siempre ha de comenzar por las alas, si se observa que existen inicialmente caídas en otras zonas en primer lugar o en los meses intermedios ya es motivo de consulta veterinaria.
Otra causa frecuente es el daño o desgaste ya que las plumas pueden dañarse o desgastarse debido a diversas razones, como peleas con otras aves, choques con objetos o superficies, y actividades cotidianas. Cuando una pluma está dañada de manera irreparable, el ave puede perderla.
También durante el ciclo reproductivo algunas aves pueden perder plumas de ciertas áreas de su cuerpo para exponer su piel, que se llena de vasos sanguíneos y se vuelve más efectiva para transferir calor a los huevos. Esto se ve comúnmente en aves acuáticas.
Todos estos motivos coincidiremos en que son circunstancias comunes, normales y frecuentes asociadas a las características del animal pero existen situaciones excepcionales que provocan la caída y que pueden requerir atención veterinaria:
MOTIVOS EXCEPCIONALES
· Estrés:
El estrés crónico o grave puede desencadenar una condición conocida como "arrancamiento de plumas". Estas aves pueden arrancarse las plumas debido a problemas emocionales o psicológicos.
· Deficiencias nutricionales:
Una mala alimentación tiene un impacto significativo en la salud de las plumas y, en última instancia, en la salud general de las aves provocando:
Pérdida de brillo y color: Las plumas pueden perder su brillo y color característico debido a la falta de nutrientes esenciales como las vitaminas, los minerales y los aminoácidos. Esto puede hacer que las plumas se vean opacas y descoloridas.
Plumaje quebradizo: La queratina es una proteína esencial para la formación de plumas. La falta de proteínas de alta calidad en la dieta puede dar como resultado plumaje quebradizo y que se rompe fácilmente.
Muda anormal: Como hemos mencionado al principio, la muda es el proceso natural de reemplazo de las plumas en las aves. Una nutrición deficiente puede causar una muda anormal, con la caída de plumas de manera desordenada o inusual. Esto puede hacer que las aves parezcan desaliñadas.
Plumaje escaso: Las deficiencias severas en la dieta pueden dar como resultado la pérdida de plumas en áreas específicas o, en casos extremos, causar la caída generalizada del plumaje, lo que se conoce como "alopecia aviar". Esto puede exponer la piel de las aves y hacerlas más susceptibles a lesiones y enfermedades.
Problemas en la formación de plumas: Los nutrientes esenciales, como la biotina, son necesarios para la formación adecuada de las plumas. La falta de estos nutrientes puede resultar en plumas mal formadas o con deformidades.
Problemas en el crecimiento: Las deficiencias nutricionales durante el crecimiento de las aves jóvenes pueden llevar a plumaje subdesarrollado, lo que afectará su capacidad para volar y regular la temperatura corporal.
· Enfermedades causadas por parásitos:
También la pérdida del plumaje se puede deber a enfermedades causadas por parásitos abarcando a todo tipo de aves, no hace falta que se trate de aves de tipo exótico. Al comienzo no hay síntomas graves porque lo que hay que revisar diariamente y controlar mucho es la jaula que es el lugar en donde se presentan las infecciones llegando a provocar:
Picazón e irritación: Los parásitos, como los ácaros o las pulgas, causan picazón e irritación en la piel y en la base de las plumas. Esto lleva a que las aves se arranquen las plumas en un intento de aliviar la molestia, lo que resulta en una pérdida de plumas evidente.
Plumaje desaliñado: Las aves infestadas por parásitos muestran un plumaje desaliñado debido a su incomodidad constante.
Pérdida de plumas localizada: Algunos parásitos, como los piojos, pueden atacar áreas específicas del cuerpo, como la cabeza o el cuello, lo que provoca la pérdida de plumas en esas zonas.
Daño en las plumas: Los parásitos que se alimentan de plumas, como los ácaros de las plumas, dañan físicamente las plumas al masticarlas o erosionarlas, lo que resulta en plumas rotas o desgastadas.
Plumaje apagado y poco saludable: Las aves infestadas por parásitos muestran un plumaje apagado y poco saludable debido al estrés y la desnutrición asociados con la infestación.
En cuanto a las aves que sí son exóticas o bien han sido importadas y se desconoce su origen, se pueden presentar un gran número de parásitos y más aún si el animal ya es viejo, pues puede contagiar a otras aves que se encuentren en jaulas como lo son los típicos canarios.
Estos parásitos son causa asimismo de la sarna en el canario y en le periquito, y otra arte de ellos se adhieren al plumaje y chupan la sangre de todo tipo de ave. Existen algunos síntomas en ciertas variedades de aves en donde estos parásitos causan picazón, y es por ello que si notamos que el ave se rasca de una manera nerviosa el plumaje en tanto lo va perdiendo, debemos llevarla al veterinario como hemos apuntado.
PREVENCIÓN Y CONTROL
¿Se puede prevenir este problema? La única prevención que podemos tomar frente a este hecho es el de observar muy bien al ave e inspeccionar su jaula. Otro factor es alimentarlas bien y con productos de calidad y revisar si el entorno en donde está situada el ave ha sufrido trasformaciones tales como de ruido, calor, frio o luz.
Se debe tomar nota de cuándo ha cambiado el plumaje el ave por última vez y cómo fue el proceso, porque puede suceder que debido al tipo de iluminación que la misma recibe, entre en un estado en el cual su organismo realice por sí mismo esta caída de plumaje y si no se hace nada al respecto el problema no tendrá fin.
Algo que se debe controlar además, es la piel y el buen formato de las plumas. En muchas ocasiones, como hemos mencionado en casos de estrés, las aves padecen de trastornos de tipo neurológico y esto las lleva a quitarse el pelaje como queriéndolo arrancar, como así también se comen las uñas o bien se las rompen.
De existir nuevas plumas una vez caído todo el pelaje, significa que no existen problemas de tipo hormonal. De todas maneras, lo óptimo es recurrir al veterinario para que sea él quien nos de la dieta más adecuada dependiendo del ave que tengamos en casa, y que de esta manera se mantenga sana y no sufra esta caída del pelaje.